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Bitácora de un músico. El blog de Instrumentarium. Apunte 002. Por Edgardo Civallero

El arrabel de Orellana

Apunte 002


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Uno de los grandes problemas de las fuentes históricas, antropológicas y etnográficas a la hora de proporcionar información organológica es que los autores generalmente no están familiarizados con el universo musical, ni con la terminología específica para identificarlo. Así, no es extraño encontrar, en fuentes bibliográficas antiguas (y no tanto) flautas llamadas trompetas, trompetas llamadas clarinetes, clarinetes llamados flautas, y el uso de un vocabulario ambiguo, que incluye términos como "caramillos" o "gaitas".

Esa ambigüedad que encontramos actualmente en las etiquetas elegidas por autores del pasado lejano y reciente para denominar los artefactos sonoros que intentaban describir deriva de una de las características de los sistemas de clasificación humanos. Esos sistemas, inherentes a cualquier individuo, se basan en la comparación de lo observado —de aquello que se quiere entender, nombrar y/o clasificar— con elementos ya conocidos del acervo cultural propio, el cual corresponde a un territorio, una época y un grupo determinados. Así, un andaluz, un extremeño o un manchego del siglo XVI denominaría "gaita" a cualquier clarinete idioglótico fino, o incluso a algunos tipos de flautas, pero un aragonés o un gallego usaría el término para otra cosa. Un sueco del siglo XIX proveniente de una cultura urbana hablaría de timbales, fagots y violoncellos para referirse a los instrumentos indígenas, especialmente si no hubiese tenido contacto previo con la cultura campesina de su propia tierra. Y así sucesivamente.

De modo que, a la hora de enfrentarse con el análisis de una fuente histórica, es preciso tomar las referencias con pinzas y entender el contexto del autor: su lugar y momento de origen, su lengua, su experiencia...

(A eso hay que agregar su fantasía. Y la de sus informantes, muy proclives, en ocasiones, a proporcionar información falsa o simples burlas a investigadores que suelen representar la invasión y la colonialidad).

Toda esta reflexión viene a cuento de un apunte del antropólogo y arqueólogo sueco Erland Nordenskiöld, quien, en su trabajo An Ethno-Geographical Analysis of the material culture of two Indian tribes in the Gran Chaco (1919), llama la atención sobre las crónicas del viaje del conquistador español Francisco de Orellana en su expedición de "descubrimiento" del río Amazonas en 1549.

El texto, Relación del nuevo descubrimiento del famoso río Grande que descubrió por muy gran ventura el capitán Francisco de Orellana, fue escrito por fray Gaspar de Carvajal, un religioso que hizo parte de la travesía. La Relación... fue publicada completa en 1894 por el erudito chileno José Toribio Medina, como parte de su obra Descubrimiento del Río de Las Amazonas. Más tarde, en 1934, fue extensamente revisada por H. C. Heaton, y republicada en 1942.

En ese diario (Carvajal, 1942) se menciona un curioso cordófono de tres cuerdas que el cronista, siguiendo la tradición castellana, llama "arrabel".

Salidos a medio río, los indios por el agua fueron a nuestro seguimiento, porque el Capitán mandó atravesar hacia una isla que estaba despoblada, y fasta ser noche no nos dejaron los indios; y así nosotros llegamos a la isla a más de diez horas de la noche, a donde el Capitán mandó que no saltásemos a la tierra porque podría ser los indios dar sobre nosotros; y así, pasamos la noche en nuestros bergantines, y venida la mañana el Capitán mandó que caminásemos con mucha orden fasta salir de esta provincia de San Juan, que tiene más de ciento cincuenta leguas de costa, pobladas de la manera dicha. Y otro día, veinticinco de Junio, pasamos por entre unas islas que pensamos que estuvieran despobladas, pero después que nos hallamos en medio de ellas fueron tantas las poblaciones que en las dichas islas parecían y vimos, que nos pesó; y como nos vieran, salieron a nosotros al río sobre doscientas piraguas, que cada una trae veinte y treinta indios, y de ellas cuarenta, y destas hubo muchas: venían muy lucidas con diversas divisas y traían muchas trompetas y atambores, y órganos que tañen con la boca, y arrabeles que tienen a tres cuerdas; y venían con tanto estruendo y grita y con tanta orden, que estábamos espantados (p.34).

"Arrabel" es una forma antigua de nombrar al rabel, un instrumento de cuerda frotada tradicional de los campesinos europeos, empleado en España hasta la actualidad en ciertos contextos rurales.

Que el cronista eligiera ese cordófono en particular para su comparación —y no una vihuela de mano o de arco, o un laúd— resulta revelador. Para él, el arrabel era un instrumento tosco e inculto: más un artefacto sonoro que hacía ruido que un productor de verdadera música. (Cabe decir que esa visión sobre el rabel se mantuvo en España por siglos).

La de Carvajal parece ser la única referencia existente sobre instrumentos de cuerda en las riberas del río Amazonas. Pero no es la única en esa región del continente. En la década octava de sus Décadas de Orbe Novo, el cronista italiano (pero al servicio de la corona española) Pedro Mártir de Anglería habla de un instrumento similar que encontró en uso en la región de Chiribichí (actual Santa Fe, estado Sucre, Venezuela), hecho con grandes conchas marinas a través de las cuales se cruzaban unas cuerdas.

Probablemente se trata de tempranos préstamos e imitaciones de instrumentos tanto ibéricos como africanos. Otros ejemplos de "arrabeles" similares se encuentran entre los Guyana (Roth, 1924), entre los Guarayo y los Caingang (colección Frič de Praga), y entre los Náhuatl y los Huasteco en México (Basauri, 1928). Pero de todos ellos, interesantes en sí mismos, se hablará en otra ocasión.

 

Referencias

Carvajal, P. Gaspar de. Descubrimiento del Río de las Amazonas. [Relación de Fr. Gaspar de Carvajal, exfoliada de la obra de José Toribio Medina, edición de Sevilla, 1894]. Bogotá: Prensas de la Biblioteca Nacional, 1942, p. 34.

Nordenskiöld, Erland. An Ethno-Geographical Analysis of the material culture of two Indian tribes in the Gran Chaco. [Comp. Ethn. Studies, 1]. Göteborg: Elanders Boktryckeri Aktiebolag, 1919, p. 168.

 

La presente entrada pertenece a una compilación que ha sido publicada digitalmente por El Zorro de Abajo Editora. Dicha publicación es accesible a través de la sección "Artículos y compilaciones sobre música" de Instrumentarium.

 

Acerca de la entrada

Texto: Edgardo Civallero.

Fecha de publicación: 21.09.2023.

Imagen: Instrumentos de los Guyana. En Introductory Study of the Arts and Crafts of the Guiana Indians (Walter E. Roth, 1924).